lunes, 7 de noviembre de 2011

La Gran Historia de Saya [Tomo I - Creces.]

Parecia un dia normal; con un clima aparentemente normal; con gente demasiado normal; por una calle normal de un pueblucho normalucho; andaba una chica anormal, diferente a los demás. Esa chica era una pequeña orco, no era un orco de naciemiento, más bien era un orco postizo... Vamos a empezar desde el principio:

Hacia un dia soleado en la estepa nordica, una familia de vikingos acampaba libremente en su barco-caravana; cuando la mujer del grupo empezo a notar que algo le pasaba en el bajo vientre, y de golpe así sin más una cabezita asomo por entre las piernas de la mujer y con otro empujon de esta, y dada la facilidad de los Vikingos por tener hijos (pues ellos creían en la protección de Odín en vez de la de los profilacticos, que a parte le quitan gracias a la cosa), el bebe acabo de caer al suelo.
La como la niña salio mona la llamaron Saya, que significaba Sändrg, que significa hija de las estrellas y el Sol y hermana de la conjunción astral.

La niña se crio en el seno de una familia de Vikingos nobles, pero a los 6 meses cuando desarrollo la melena, se dieron cuenta de que la esplendorosa cabellera de Saya no era ni rubia, ni pelirroja, por lo tanto fue considerada una bastarda, aunque de corazón era más vikinga que muchos de los jueces, como el representante de la familia Pïrjus, que llevaba un hacha rosa a conjunto con sus botas.
Sintiendolo mucho, sus padres tuvieron que dejarla marchar con el mercader Fernandus Alonsus que se dirigia a Mordor con su gran cargamento de Buckler 0,0 (Aunque cueste de creer esta cerveza es la favorita de los orcos, y en esta reside su fuerza, como no se emborrachan, no ligan; sino ligan, no follan; sino follan, mal rollito...).

Llegados a Mordor, salieron los orcos en trupel a recibir al mercader y su amada mercancia, levantando el carro en el aire y agitandolo hasta conseguir lanzar a la pequeña hacia el infinito.
No muy lejos de alli, una mujer orco celebraba el rito de la nueva vida, lanzando su recien nacido (o eso creia) al aire, ya que a veces no sabian si era su hijo, un murcielago que habia caido a su cama durante la noche, un tumor o que las entrañas se les hacian extrañas.
Cual fue la sorpresa de la señora orco cuando lanzo un murcielago al aire y le cayo otra cosa de distinto tamaño y forma, la cual cosa no era de extrañar, ya que debido a la gran falta de vista de esta señora orco y de su bajo coeficiente intelectual te confundiria un elefante con una hormiga.

Paso su infancia entre los orcos, sufriendo maltratos y vejaciones por parte de estos, solo porque era monosa y bonita, no digo que los orcos no sean bonitos ni nada por el estilo, pero digasemos que no entramos dentro de sus "canones esteticos"...
En el colegio siempre era la última en ser escogida para jugar al Furbol, le quitaban la silla cuando se iba a sentar y le ponían un sillón... (no pregunteis porque, són orcos...); y en el recreo se burlaban de ella llamandola: Guapa y arrojandole flores silvestres.

Cuando tubo edad suficiente, monto su propio unicornio robot volador y se fue de Mordor, dejando un rastro de arcoiris y monosidad entre las nubes, lo que levanto una efusiva ola de vomitos entre los orcos alli presentes.

Durante su busqueda de su lugar de nacimiento, guiada por el único recuerdo que tenía de sus padres, que era un trozo de cebolla seca con un mapa gravado, se dirigió hacia Oniön, la principal ciudad cebollera del mundo.
Allí fue recibida entre vitores, pues los vikingos habían sufrido varias guerras últimamente y estaban faltos de personal, así que cualquiera que pudiese demostrar raizes vikingas era bien recibido en la población y entrenado para causar muerte y destrucción a su paso a ritmo de metal.

Al cabo de unos años, Saya logro el rango maximo dentro de su categoria y entro en la mística orden de los Guntz, que eran los encargados de las misiones más importantes y peligrosas; ataviados con el super traje de invisibilidad (un traje de neopreno negro, que, al ponerte la capucha te hace desaparecer en la oscuridad); el Hacha suiza (una de las armas más mortiferas, por un lado con un filo cortante y por el otro abre una multitud de gadgets, la mayoria inservibles en una situación de emergencia), y varias pistolas de confeti.

Hecho esto, se la reunio en una sala y se le explico el proposito de Guntz y en que se basaria su vida a partir de ahora. La organización era como un Men in Black, pero a lo europeo, que basicamente se basa en controlar la vida extraterrestre en el mundo, pero con la ventaja de que los Guntz tienen licencia para lanzar enanos, ya que nunca se sabe cuando te puedes quedar sin munición y tener un enano cerca.

Así discurria la vida de Saya diariamente, luchando contra los malvados alienigenas, ahora volviendo al principio.

Parecia un dia normal; con un clima aparentemente normal; con gente demasiado normal; por una calle normal de un pueblucho normalucho; andaba una chica anormal, diferente a los demás, que se dirigia a comprar el pan.
Así empezaba aquel fatídico dia... he dicho fatidico, queria decir emmm fantastico dia...


CONTINUARA....




Esta historia ha sido provada con animales, sacando dos conclusiones:
- La mayoria de animales no saben leer, o si lo saben hacer disimulan muy bien. 
- Los perros prefieren las historias en las que se te ha caido un trozo de bistec antes que las acabadas de escribir y limpias.

1 comentario:

  1. AAAAAAAAHHHH <3<3, Que genialosidad de Historia *__*, cuanta imaginación! yo solo sé hacer historias sobre yogurts u_u. <3 Te quiero mucho cariño~ espero la segunda parte con ansias :_D <3

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