martes, 18 de octubre de 2011

My Name Is "R"... [II]

Continuación de: Every Day Is Exactly The Same or not?

Encantado, yo me llamo R. - respondió estrechándole la mano.
R? Eso no es un nombre! - espeto ella - Va, dime la verdad, Romualdo, Rumbencio?
No, simplemente R - dijo R - Por lo visto mis padres creyeron divertido y original llamarme solo por una letra, confundiendo así a toda la gente de los registros poniendo "Erre" a mi nombre, cuando en realidad es solo R...
Bueno, vayan ustedes dos para afuera y R ya le acaba de presentar al resto de la sección, y a informar como va todo - Dijo Carlos - Buenas tardes.
Salieron los dos del despacho y se pasaron las siguientes horas haciendo las presentaciones pertinentes, enseñando como funcionaban los sistemas de la empresa, etcétera, etcétera.
Al salir ella volvió a insistir con el nombre:
- De verdad te llamas solo "R"? Es que lo veo tan... no se... ¿raro?
- De veras que lo es, y hablando de nombres, el tuyo tampoco es muy común...
- No, ya... Mis padres son unos grandes aficionados a la opera, y entre sus favoritas se encuentra "Carmina Burana" y no hay más... al menos tuve suerte de que no les gustara el rap o el pop y me pusieran un nombre a la "moda". jajaja.
Sonrieron los dos, se despidieron en la puerta de la empresa con dos besos hasta el día siguiente.
El se fue hacia su casa, retomando la linea de autobús, esta vez en sentido contrario hacia su casa, al llegar a casa, encendió el ordenador y se puso a arreglar cuatro fotos para hacer algo, mientras esperaba la hora de cenar.
No sabía por que, pero no se la podía quitar de la cabeza, esos ojos le mataban cada vez que bajaba los parpados, los veía allí, tan brillantes como si estuvieran delante suyo mismo. Se sentía como abatido, pero cariñoso; era como en esas estúpidas películas o relatos donde chico conoce chica, hay amor a primera vista, todo va bien, hay una complicación tonta, se reconcilian, se casan, tienen una pareja de gemelos, y un niño. Ahí se acaba la película y empieza la serie en plan comedia dramática, véase Malcom in the Middle.
Pero no era así, el no estaba en una mierda de historia, esas cosas solo pasaban en la ficción, y el estaba en la vida real.
Ceno y se fue a la cama.
Le costo conciliar el sueño un buen rato, al final se quedo acostado abrazado al cojín.
No sabía porque, pero tenía un mal presentimiento, las cosas estaban a punto de cambiar; tenía miedo, y no sabía como actuar, claro que había tenido relaciones anteriormente, pero todas empezaban con un dialogo, el cariño de la amistad y el brote del "amor", no así de golpe, como quien se da cuenta que tiene topos en el jardín al salir y tropezarse con un hoyo.




Otros capitulos:
- Every Day Is Exactly The Same... or not? [I]

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